Ya hacía tiempo que se nos pasaba por la cabeza, y al final, hemos puesto pies a los pedales y nos hemos marcado nuestra salida nocturna veraniega. A las 22h00 de ayer sábado, cuatro intrépidos zonebeteteros (Pau, Jordi, Juank y César), nos damos cita en nuestro "punt de trobada" particular dispuestos a afrontar una nueva batalla, en este caso, la lucha contra la oscuridad.
Y ya lo véis, ataviados con nuestras respectivas, digamos....., segundas equipaciones, emprendemos la marcha. Enseguida comprobamos que el camarada Pau circula con ventaja. Se podría decir que lleva instaladas las luces de todo Manhattan en su bicicleta. Madre mía que manera de iluminar. Los demás parecía que llevábamos velas a su lado. Éste sí que es un auténtico profesional de la nocturnidad ciclista. Por mayoría, decidimos que la ruta transcurrirá completamente por pista, a lo que Pau pone alguna pega (él es así, de día le tiran las pistas, y de noche le da por los corriols, la noyyyyyeeeee le confundeeeee, como a Dinio, jejeje). Total que subimos por el parque forestal hacia Can Bruguera sin prisas pero sin pausas, nos enganchamos al GR92, y continuamos en esa dirección guiados de una espléndida luna llena que nos acompaña en todo momento.
Y así en medio de jabalíes, ginetas, conejos, gamusinos y mil y una criaturas de la noche, llegamos al Turó de la Llorita donde decidimos emprender bajada por el Camí de Santa Mònica hacia Llavaneres, volviendo a Mataró siguiendo la línea del tren. Al llegar a los alrededores de nuestra población comprobamos que un reducido grupo de humanos están, digamos.... "en las misiones".... (ahí lo dejo). Finalizamos nuestra ruta nocturna recibiendo nuestro premio en forma de tentempié fresquito al ladito de la playa.
Aquí tenéis la rutilla del día (perdón, de la noche):
http://www.runningfreeonline.com/act/625455
Ala, ¡¡¡ hasta más ver !!!
Y ya lo véis, ataviados con nuestras respectivas, digamos....., segundas equipaciones, emprendemos la marcha. Enseguida comprobamos que el camarada Pau circula con ventaja. Se podría decir que lleva instaladas las luces de todo Manhattan en su bicicleta. Madre mía que manera de iluminar. Los demás parecía que llevábamos velas a su lado. Éste sí que es un auténtico profesional de la nocturnidad ciclista. Por mayoría, decidimos que la ruta transcurrirá completamente por pista, a lo que Pau pone alguna pega (él es así, de día le tiran las pistas, y de noche le da por los corriols, la noyyyyyeeeee le confundeeeee, como a Dinio, jejeje). Total que subimos por el parque forestal hacia Can Bruguera sin prisas pero sin pausas, nos enganchamos al GR92, y continuamos en esa dirección guiados de una espléndida luna llena que nos acompaña en todo momento.
Aquí tenéis la rutilla del día (perdón, de la noche):
http://www.runningfreeonline.com/act/625455
Ala, ¡¡¡ hasta más ver !!!
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